Victoria Souvirón, psicóloga y periodista
Voluntaria del Teléfono de la Esperanza
Como la famosa frase que pone el broche final a la película
‘Casablanca’, el curso de ‘Conocimiento de sí mismo’ podría definirse como “el
comienzo de una hermosa amistad”. En este caso, esa larga y bella amistad se
establece con uno mismo. Se trata de empezar a conocerse profundamente, a
descubrir cuáles son los problemas que vamos arrastrando a lo largo de nuestra
vida y a aclarar hacia dónde queremos encaminar nuestros pasos para ser más
felices y auténticos.
Mi experiencia personal cuando hice el curso me hizo sentir
que soy el héroe de mi propia historia. Comprendí que se abría ante mí la
fascinante aventura de recorrer los largos y misteriosos caminos de mi interior
para ir derribando muros, construyendo puentes y venciendo miedos hasta
averiguar quién soy realmente y qué quiero en la vida.
El resultado fue espectacular. Empecé a entenderme mejor y
quererme como nunca lo había hecho. Me despojé de actitudes y comportamientos
que no me beneficiaban para cambiarlos por otros que se adaptaban mejor a mi
forma de ser. Me libré de todo aquello que no me beneficiaba y empecé a
apreciar las cosas que de verdad importante. En definitiva, me abrió una nueva perspectiva de la
realidad, me permitió conocer la inmensa bondad y el valor que hay dentro de
cada uno de nosotros y, sobre todo, me resultó un curso muy práctico, porque
ofrece buenas herramientas para aplicarlas en el día a día. Merece la pena
comenzar esa hermosa amistad con uno mismo, porque a buen seguro durará toda la
vida.
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