La reapertura de 'Villa Esperanza' en octubre pasado después de su rehabilitación no fue sólo un lavado de cara para el Teléfono de la Esperanza de Málaga, sino que sirvió para distribuir mejor las áreas de trabajo y diferenciar las zonas de administración, orientación, despachos de atención, salón de actos, salas de reuniones y acogida e información. Esto último es un servicio nuevo que comenzó a funcionar en noviembre y sirve de puerta de entrada para todas las personas que se presentan en la sede.
El servicio está coordinado por Marisol Muñoz Arguelles, una voluntaria veterana que fue orientadora hasta 1994 y, tras un paréntesis, colaboró en el programa 'Entre Amigos' desde 2006 a 2009, año en el que coordinó esa actividad.
Marisol nos explica que una de las funciones del voluntario que está en la acogida, justo en el vestíbulo de entrada a la sede, es "atender personalmente a las personas que se presenten y dar información por teléfono". Se trata de recibir a los 'espontáneos en sede', los ciudadanos que acuden al teléfono si una cita previa. El servicio de información y acogida atiende a personas necesitadas de ayuda que acuden a 'Villa Esperanza' porque el teléfono comunica, para pedir información o por un estado de angustia que les impide esperar a ser atendidos desde el otro lado del teléfono.
La coordinadora sigue explicando que "nuestra respuesta es atender al que llega cuando el orientador se encuentra ocupado. En éste caso, lo que hacemos es hablar con él o ella y responder a su demanda". El objetivo de esa primera charla es hacer frente a las necesidades de la persona de "ser escuchada, serenada y desangustiada".
La otra función de los voluntarios de éste nuevo servicio es orientar a los hombres y mujeres que acuden a las consultas de los profesionales (psicólogos, psiquiatras y abogados), dirigiéndolos a los despachos o facilitarles información de los cursos y actividades.
Marisol Muñoz aclara que el punto de acogida está sirviendo también para recibir a aquellos que quieren incorporarse al Teléfono de la Esperanza. "Puede incorporarse, tras un período de formación, cualquier persona abierta a la colaboración, con sentido común y espíritu solidario".
Tras la charla con Marisol, encontramos a Manolo Sánchez y Alicia Doblas, una pareja que se incorporó recientemente al equipo. En sólo tres días de servicio, según nos comentan, ya han atendido a dos familias, una inmigrante y otra española, con hijos lactantes y necesidades de alimentación y a ciudadanos que pedían por teléfono ser asesorados por un abogado.
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