El Teléfono de
Los trabajos han dado como resultado unas espaciosas, funcionales
y cálidas estancias de 600 metros cuadrados en las que se
distribuyen todos los servicios que presta la asociación. Todos ellos están
distribuidos “para que cumplan los requisitos de gratuidad, anonimato y confidencialidad”
recalca Juan Sánchez Porras, presidente del teléfono en Málaga.
Atrás quedan los problemas de sobrecarga de la estructura, cimentación y
humedad que presentaba el inmueble, situado en la calle Hurtado de Mendoza,
junto al Camino Nuevo, una vía que conserva el sabor de hace un
siglo en muchas de sus casas.
La casa es una construcción de estilo inglés victoriano de
principios del siglo XX que cuenta con protección
arquitectónica y está catalogada para el uso público y social en el PGOU vigente.
Cuando uno entra en ella se encuentra con el área de acogida, que incluye
información y los dos despachos de orientación en los que se atiende a las
personas que piden ayuda durante las 24 horas de los 365 días del año. Esa
misma planta baja incluye un airoso salón de actos con dos grandes mosaicos de
vivos colores realizados por Sergio Ferrero, sacerdote y artista
de la cerámica, que colabora con
En la primera planta se encuentran los despachos para la atención
profesional que utilizan los psicólogos, psiquiatras, orientadores familiares,
abogados y el sacerdote colaborador. La zona cuenta con una terraza. La segunda
planta dispone de tres salas, una grande y dos pequeñas, y nos va a permitir
desarrollar de forma cómoda todos los cursos, talleres y grupos de desarrollo
personal que el Teléfono de
Una formación de lujo para psicólogos, psiquiatras, educadores y trabajadores sociales
y todo los trabajadores de los sectores sanitario y de emergencias
que lo deseen. La parte alta cuenta con un espacio para los orientadores
que tienen que trabajar en el turno de noche atendiendo a los ciudadanos que
llaman en la soledad de las madrugadas.
La restauración íntegra del viejo inmueble ha sido realidad
gracias a la apuesta decidida de Juan Sánchez Porras, que
llevaba dándole vueltas en su cabeza siete u ocho años, y compartiendo su
idea con el arquitecto José Luis Cerezo y con Jesús Madrid, presidente de
Las ideas que Juan y José Luis crearon sirvieron luego para que el arquitecto Manolo Caro, las plasmara para su proyecto con la constructora Hexa. El importante esfuerzo económico no hubiera sido posible sin las aportaciones del Ayuntamiento de Málaga y Cajamadrid. La Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza (ASITES) contribuyó con su aportación y suscribió una hipoteca con Cajamar a la que agradecemos las facilidades dadas. Por su parte, la firma Ikea ha donado todo el moderno mobiliario y Viveros Guzmán las plantas para el exorno de la casa.
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