Rapidez, improvisación y entrega generosa de un grupo de sanitarios han sido las claves para salvar la vida de Pablo, un niño de solo dos años, cuya vida corría peligro en un hospital de Burgos. Pablo necesitaba ser trasladado a un centro sanitario dotado con ECMO, un dispositivo que actúa como pulmón y corazón externo, mientras se interviene a los pacientes, pero debido a su dolencia corría peligro inminente si se le desplazaba.
Silvia Belda, médico intensivista del Hospital 12 de Octubre de Madrid, explicó que la solución era trasladar un equipo de especialistas al centro donde estaba internado el pequeño. Este grupo de profesionales lo integran normalmente un cirujano cardíaco, una enfermera percusionista que maneja la máquina, un médico intensivista pediátrico y una enfermera de UCI. Existen equipos preparados para actuar en los hospitales '12 de Octubre' de Madrid, 'Vall D'Hebron' de Barcelona y Hospital Regional de Málaga. Son compañeros y amigos que
mantienen un grupo de WhatsApp por donde se comunican.
La doctora Belda recibió un mensaje pidiendo ayuda desde Burgos y lo compartió. Los cirujanos de los dos primeros hospitales estaban operando, por lo que quedó la opción del equipo del Regional de Málaga. La reacción de los sanitarios malagueños fue instantánea, se pagaron sus billetes de avión y volaron a Madrid para luego viajar a Burgos, conectar a Pablo al dispositivo ECMO y trasladarlo al hospital madrileño donde finalmente fue intervenido y se encuentra a salvo.
Esta valiosa acción solidaria pone de manifiesto una vez más la dedicación y altura profesional de enfermeros y médicos de la sanidad pública.
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