martes, 21 de marzo de 2017

La inteligencia del corazón





Del blog del Teléfono de la Esperanza de León

Esta vez voy a hacer un breve resumen de un libro que he leído y que me parece muy interesante y esclarecedor.  Un libro que habla de “cosas espirituales” desde un punto de vista científico, un libro que ayuda a comprender, entender, aceptar mentalmente determinadas cosas y que “viene muy bien” sobretodo a aquellos a los que nos dicen que somos “muy mentales”.
El libro es ‘El Maestro del Corazón’, de Annie Marquier.     
“El Maestro que reside en el Corazón permite al cerebro funcionar de forma óptima, abre la puerta a una inteligencia superior y activa unas facultades excepcionales y completamente nuevas”. 
El camino del corazón nos lleva  a una salud excelente, gran energía, eficacia, creatividad, alegría, satisfacción interior, una inteligencia global y una percepción más justa y rápida de la realidad.
Las últimas investigaciones en el campo de la Neurocardiología muestran que el corazón es un órgano sensorial y un sofisticado centro para recibir y procesar información.
El corazón tiene un sistema nervioso independiente, específico, bien desarrollado y extremadamente complejo de más de 40.000 neuronas, una gran red de neurotransmisores, proteínas y células de apoyo, cuya función principal es enviar información al cerebro, por lo que hay un biofeedback continuo de comunicación neurológica entre el cerebro y el corazón. 
Actualmente sabemos que circula información desde el corazón hacia el cerebro (más de la que recibe) y que ésta es de 4 tipos:
Neurológica: mediante la transmisión de impulsos nerviosos a través del nervio vago y de los nervios a lo largo de la columna vertebral.
Bioquímica: mediante la producción y gestión de hormonas y neurotransmisores. Hormonas como la ANF, que asegura el equilibrio general conocido con el nombre de “homeostasis”. El corazón también produce su propia adrenalina cuando la necesita y también oxitocina.
Biofísica: mediante ondas de presión que influyen en la actividad de las ondas cerebrales.
Energética: por interacciones electromagnéticas. El campo electromagnético de nuestro corazón es 5.000 veces más intenso que el del cerebro y se extiende alrededor del cuerpo humano hasta una distancia de entre 2 y 4 metros. De este modo todos los que nos rodean reciben la información energética contenida en nuestro corazón. La energía eléctrica producida por el corazón se transfiere a todas las células del cuerpo físico. Este campo magnético del corazón cambia en función del estado emocional.
En la actualidad se conocen todos estos datos gracias a la ciencia. Pero en el saber popular siempre ha existido una inteligencia del corazón.  Hay numerosos dichos en nuestra lengua española relacionados con el corazón: “habla con el corazón”, “nos ha llegado directamente al corazón”, “te lo digo con el corazón en la mano”, “lo hace de corazón”, o cuando hablamos de nosotros mismos lo indicamos con un gesto llevándonos la mano al pecho. Parece que, instintivamente, sentimos que lo que somos de verdad no se encuentra en la cabeza sino en el pecho. También hemos oído la frase “el corazón tiene razones que la razón no entiende”. Además, utilizamos la frase “me da buenas/malas” vibraciones. Esto indica el campo electromagnético o la energía que despide una persona. 
En conclusión, estamos aprendiendo que existe un nuevo camino, el camino del corazón, una nueva manera de “funcionar” en el mundo, además del conocido camino de los mecanismos automáticos de la conciencia inferior que tanto sufrimiento nos generan.



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