Decir no y sin sentirse culpables es, para muchas personas, un auéntico problema. ¿Qué le digo? o ¿Cómo se lo digo? son preguntas frecuentes cuando alguien nos pide algo y nos movemos entre dudas e incomodidades para no decirle que no y caer en algo tan común como intentar "no quedar mal".
Juan Sánchez nos descubrió el lunes en Onda Azul Radio el origen de estas actitudes humanas y las claves para superarlas. Explicó que se debe a "ideas infantiles en las que fuimos educados que nos llevan a tratar de ser complacientes siempre".
Frente a esa rémora en nuestros comportamientos, hay que pararse, reflexionar y tener en cuenta que "uno no puede hacerlo todo, no puede caer en el egoísmo, pero tampoco hacerlo todo". Propuso hacer un ejercicio de calma para poner en marcha una estrategia que se puede resumir en las siguientes pautas:
1 Lenguaje claro y firme. Hablarle con claridad y firmeza a nuestro interlocutor.
2 Hablar con calma, sin alterarse. No alterarse durante la conversación aunque nos sintamos presionados.
3 No justificarse. Justificarse es dejar puertas abiertas a que siga el intento de la otra persona de conseguir lo que quiere a nuestra costa.
4 Decir los motivos. Expresar de forma nítida que nos lleva a decirle no a la petición de esa persona.
5 Afianzar tus propios criterios. Reafirmarse ayuda a superar la vulnerabilidad frente a otras personas. Sé juez de ti mismo y afianza tus propios criterios.
Escucha el audio: Aprender a decir no
(a partir del minuto 12)
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(a partir del minuto 12)
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