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La solidaridad no descansa, no echa el cierre ni coloca el cartel 'cerrado por vacaciones'. Es como un gran corazón, activado por el amor, que bombea gestos y, sobre todo, acciones de acogimiento, acompañamiento y atención a las necesidades de los que lo pasan peor. En la ciudad de Málaga, en agosto y parte de septiembre, Cáritas Diócesana y la asociación Nueva Alternativa de Intervención y Mediación llevan alimentos a nada menos que 1.600 niños de familias que ya estaban siendo atendidas por la primera organización o los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga. Se trata de cubrir el tiempo que queda hasta la apertura de los comedores escolares donde esos críos de 3 a 12 años tendrán garantizadas todas sus comidas diarias.
Esta encomiable acción va acompañada de una importante iniciativa de intervención social dirigida a transformar las realidades de las vidas de muchas personas. La elaboración y distribución de los alimentos se ha confiado a la empresa de inserción laboral Q'WENO Catering, que cuenta con 38 trabajadores procedentes de sectores en exclusión social. Estas personas, procedentes del desempleo, están disfrutando de la oportunidad de trabajar y se encargan de llevar los alimentos que elaboran a los niños y sus familias. La entrega se hace en las casas, no en oficinas de Cáritas o en parroquias, lo que evita la formación de colas y la estigmatización de los que se benefician del programa. Todo un ejemplo de creación y ejecución de alternativas para dar oportunidades a los más pobres contando con ellos de una forma que evita la burocracia y la exposición pública innecesaria. Solidaridad basada en el amor.
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