jueves, 2 de junio de 2011

Educar según somos


Educar según somos. Y educar es un proceso en el que guiamos a nuestros hijos en la transmisión de conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. Es un camino que no se acaba nunca. Ese fue el mensaje central de la charla que Juan Sánchez, presidente del Teléfono de la Esperanza de Málaga, dio ayer tarde en el instituto de educación secundaria 'Emilio Prados'. Juan habló a un grupo de padres en la última sesión de la Escuela de Padres del curso que finaliza gracias a la invitación de Gregorio Peran, director del centro, y José María del Pino, presidente de la APA 'Gibralfaro'.
La relación padres-hijos en el proceso educativo debe llevar a los primeros a "tomar conciencia de que continuamente somos ejemplo para ellos", algo que se va creando en la conviviencia diaria y que llevó al presidente del teléfono a aseverar que "somos hijos de nuestros niños".
Y el primer paso para educar a los hijos a que crezcan sanos y felices es conocernos a nosotros mismos, una tarea que no ha sido creada por los manuales de pedagogía actuales, sino que se remonta al Homo Sapiens. La frase 'Conócete a ti mismo' se pudo leer en la portada del Templo de Apolo, en Delfos. El afán por conocerse a acompañado al hombre a lo largo de la historia.
El conferenciante ahondó en la importancia de esa búsqueda que nos plantea a cada persona las preguntas quien soy, como soy y ¿arastro toda la vida lo que no me gusta de mí?. La integración de lo que nos disgusta es una puerta abierta al crecimiento personal. Como dijo Carl Jung "un hombre es maduro cuando sabe integrar sus sombras".
A continuación, Juan Sánchez habló del autoncepto que cada uno tenemos de nosotros mismos. Utilizó la metáfora de una gran barca en la que cabe una familia y a partir de la cual se crean nuestras condiciones de vida. Las fuentes que luego la van alimentando son la presión social con su 'yo social', la propia experiencia y el 'yo real' y la presión social y el 'yo negado'. Todas las personas tenemos algo de las tres áreas, pero lo saludable para el bienestar personal es que el 'yo real' sea más amplio que las otras dos esferas. Además, instó a los asistentes a cambiar las características personales que no le guste a cada uno siguiendo la estela de dos grandes pensadores. "El yo no es algo que es, sino algo que será, es una tarea", en palabras de Kierkegaard y "La persona es lo que es más lo que puede llegar a ser", según Paulo Freire.
Juan Sánchez valoró la importancia que tiene para los padres y educadores de sus hijos el conocimiento de su forma de ser y de sus límites de cara a luego transmitirles a ellos nuestra forma de estar en el mundo.
Por último, hizo una breve presentación de la misión y objetivos del Teléfono de la Esperanza explicando que es una organización de voluntarios, que presta asistencia gratuita a personas en crisis a través del teléfono, entrevistas personales y grupos de ayuda. Además, hizo hincapié en esa otra cara del Teléfono de la Esperanza menos conocida, consistente en la promoción de la salud emocional en talleres y cursos, a través de la revista 'A Vivir' y en la intensa formación del voluntariado. Cada orientador que atiende al teléfono se ha completado antes el ciclo que forman el curso 'Conocimiento de sí mismo',


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