El Teléfono de la Esperanza de Málaga celebró ayer el Día de la Escucha con la conferencia 'A la escucha de la naturaleza', impartida por Pilar Serrano, bióloga y orientadora en el teléfono. Durante su charla rindió homenaje a todos aquellos que a lo largo de la historia de la humanidad han sabido escuchar a la Tierra y han contribuido a que el planeta sea más habitable. Además, recordó la situación actual de crisis causada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, pero dejo claro que nuestro mensaje "por ser quien somos y lo enganchados que estamos a la esperanza, es de querer ver la crisis como una oportunidad".
Pilar Serrano diferenció la ciencia ecológica del movimiento ecologista como militancia política y planteó que "siempre hay que tener en cuenta la gran verdad de que el problema ecológico es una cuestión de justicia social, ya que el planeta Tierra es la casa común de todos", algo que no se corresponde con la relación que mantiene el mundo desarrollado con la naturaleza y que provoca que un tercio de la población consuma dos tercios de los recursos naturales. Es el Primer Mundo, el mundo rico y tecnológicamente avanzado, el que causa los mayores problemas medioambientales.
La bióloga explicó que el movimiento ecologista suele señalar al libro del Génesis como la base del sistema de pensamiento que justificaría a los ojos occidentales el desdén por cuidar a la naturaleza. Dios encomendó al hombre que dominara a la Tierra y los animales y éste se dedica a explotar sus recursos sin límites, pero Leonardo Boff, catedrático de Ecología y teólogo franciscano, ha interpretado posteriormente que el mensaje divino, que no la lectura literal del texto bíblico, fue dejar la Tierra en "herencia y tutela" a los hombres.
La conferenciante recordó que San Francisco de Asís es otro icono del ecologismo y fue designado patrón de la Ecología por el papa Juan Pablo II en 1979. Asimismo, dijo que el precioso 'Cántico de las criaturas' del monje italiano se adelantó 800 años a los planteamientos actuales al establecer una relación de igualdad entre el hombre y la naturaleza, aportando ya entonces la idea de que debemos repensar nuestro lugar en el mundo.
Pilar Serrano rindió homenaje al llamado indio Seattle, auténtico emblema de los ecologistas a nivel mundial, por su mensaje natural y sencillo de amor a la Tierra y defensa de los atropellos del hombre blanco. En el siglo XIX, el presidente norteamericano, Frankiln Pearce, intentó comprar las tierras de la tribu Dewamish y la respuesta del jefe de esa tribu fue preguntarle cómo se podía comprar el cielo o el calor de la Tierra. Los Dewamish eran animistas y creían que los antepasados viven en la Tierra por lo que no podía alterarse a ésta. "Somos un pedazo de ésta tierra. La flor perfumada, el ciervo, el águila; todos son nuestros hermanos. Tendriáis que tratar a los ríos con el corazón. La Tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la Tierra". En la misma línea de respeto por el medio natural, citó la figura de la Pachamama, la Madre Tierra de los pueblos andinos.
Pero todas las culturas no han sido tan respetuosas con el planeta y Serrano mencionó el caso de los Rapa Nui, una tribu que habitaba el territorio limitado de la Isla de Pascua. Éste pueblo recibió una fuerte inmigración, vivió explosiones demográficas y guerras y el resultado fue la deforestación masiva del territorio. Fue un grupo humano de 2.000 personas en el siglo XII, que llegó a 7.000 habitantes en pocas décadas y del que apenas quedaban 100 en el siglo XX.
La orientadora y bióloga prosiguió su intervención con citando una gigante del ecologismo actual, la kenyata Wangari Maathai. Esta mujer fue Premio Nobel de la Paz 2004 por su iniciativa 'Cinturón Verde' para reforestar los bosques de África, un proyecto que promovió la siembra de nada menos que 30 millones de árboles en varios países y dio trabajo a 50.000 mujeres.
Por otra parte, Pilar Serrano detalló como grita la Tierra por las alteraciones del cambio climático, explicando que durante el siglo XX la temperatura media se ha elevado en 0,6Cº y el nivel medio del mar ha subido unos 20 centímetros. Por encima de los 2ºC de aumento medio, "se pueden producir cambios imprevisibles", pero resaltó que la importancia de éstos no estriba en el mero aumento, sino en cómo afecta a los procesos de la termodinámica, es decir, a la circulación y movimiento de la energía. La perspectiva de una elevación de la temperatura de entre 1,1 y 6ºC desde ahora a 2100 conllevaría las siguientes consecuencias: aumento de las olas de frío y calor, temperaturas extremas, desaparición de zonas costeras y glaciares, menos rendimiento agrícola y regreso de enfermedades infecciosas superadas en Occidente como el paludismo y la malaria. En España, el delta del Ebro, el Mar Menor y, en general, todo el Mediterráneo ser vería muy afectado.
Frente a las previsiones apocalípticas y agoreras sobre el futuro, Serrano abogó por seguir el proverbio chino 'antes de arreglar el mundo da tres vueltas a tú casa'. Así enumeró una batería de actuaciones que todos podemos implantar en nuestra vida diaria, entre las que destacan la buena ventilación y cerramiento de las viviendas para usar menos calefacción, el uso de bombillas de bajo consumo, los desplazamientos en transporte público y bicicleta, abandonar la práctica habitual de mantener aparatos en 'stand by' y seguir las tres R; reducir, reciclar y reutilizar.
Por último, citó la Carta de la Tierra de Naciones Unidas, como el gran marco de referencia y punto de partida para un cambio en las mentes y corazones que promueva formas de vida más respetuosas y sostenibles con el planeta. Numerosos líderes sociales, entre ellos Maathai y Boff, promovieron su elaboración en el año 2000 y unas 100.000 personas de 46 países pusieron su granito en la redacción del texto.
Más información: mensaje del indio Seattle al presidente de EE.UU:
'Cántico de las criaturas' de San Francisco de Asís
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