miércoles, 2 de septiembre de 2009

Conocerse para ser felices


Los cursos que enseñan a disfrutar de una buena salud emocional son una de las áreas clave en el Teléfono de la Esperanza. El crecimiento personal, la comunicación positiva y el ejercicio de las funciones de padres y educadores son varias de las materias que se enseñan. Para todo ello es bueno conocerse a si mismo, saber quién soy y porque me comporto como lo hago. El teléfono promueve esa actividad de explorarse personalmente en los cursos de Conocimiento de si Mismo. Muchos de los propios voluntarios de la asociación han realizado este ciclo formativo como paso previo a sus tareas de orientación a las personas que demandan ayuda. Antonio Morilla es uno de ellos y tiene claro que después de haberlo hecho "vivo el período más feliz de mi vida, vivo más consciente". Enriquecimiento, aprendizaje sobre si mismo, conducta sana y felicidad son los beneficios que obtuvo en unas sesiones de orientación personal que se organizan en cuatro días. El curso se inicia un jueves y finaliza el domingo siguiente por la tarde. Comienza con una charla general impartida por un psicólogo experimentado y después continua con trabajo en grupos sobre aspectos de lo escuchado. Cada participante completa un test de conocimiento de si mismo "para ver que posibles conductas debe cambiar para desarrollar una personalidad más sana", explica Antonio.
Vivir sanos, esa aspiración que el ser humano recibe como herencia de sus padres, retoma toda su fortaleza en esas jornadas tranquilas en las que el participante aprende a conocerse mejor. Pero muchas veces, los días felices de la infancia vivida ocultan aprendizajes que pueden ser negativos. Por eso el curso va dirigido a cualquier persona que quiera mejorar, no sólo a los que sufren problemas psicológicos. "Todos nos creemos sanos, pero podemos tener problemas de conducta que normalmente vienen de la infancia cuando se aprenden unas respuestas a estímulos automáticos". En su caso personal, descubrió "cosas sobre las que nunca había recapacitado", que le condicionaban, pero habían sido 'normalizadas' en el seno familiar por la vía de las bromas. Su descubrimiento le ayudó a vivir mejor. ¿Y en qué se traduce esa mejora?. En vivir conscientemente, sin dejarse llevar por las emociones y los mecanismos automáticos de comportamiento. Algo que puede sonar estandarizado a mucha gente, pero que Antonio Morilla ve de otra manera después de su experiencia personal. "Vivimos condicionados por muchas cosas. Mi impresión personal es que la mayoría nos dejamos llevar por la rutina de la vida y haciendo funcionar un personaje aprendido que tiene que caer bien, quedar bien y satisfacer las necesidades de los demás".
Sin embargo, el Curso de Conocimiento de si Mismo enseña a la personas a conocerse con más profundidad, ser capaces de entenderse, ser más naturales consigo mismo y los demás y, por tanto, ser más felices. Antonio Morilla da testimonio del cambio experimentado por muchas personas. Y explica que "si uno no se ama a si mismo, jamás se puede amar a los demás". O explicado con una bella metáfora: "hasta que la fuente no se llena, no puede rebosar. Hasta que el amor no te llena a ti, no puedes darlo a otro".
La próxima edición del Curso de Conocimiento de si Mismo en Málaga tendrá lugar en la Casa Diocesana de Espiritualidad entre el 5 y el 8 de noviembre.

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