Aprender a vivir sin el piloto automático activado, llevar una vida más consciente percibiendo y sintiendo lo que sucede en el día a día, y dejar de ver a los otros como personas que fastidian la vida han sido los aprendizajes más importantes de un grupo de mujeres y hombres que durante mayo y junio han participado en el Taller 'Gestión de las Emociones' que nuestro voluntario Carlos López ha impartido en el Centro de Salud de la Victoria, en Málaga.
En un ambiente cercano, cálido y receptivo con cualquier persona dispuesta a hacer un alto en su vida para observarse interiormente y compartir sus descubrimientos con otros que también tienen la valentía de hacer un viaje al interior, han tenido durante ocho semanas "una bellísima experiencia", en palabras de una de las participantes, que les ha llevado a descubrir que hay detrás de la ansiedad, como no dejarse llevar por los miedos personales de cada uno y conocer herramientas para hacer frente al estrés.
Una de las integrantes del grupo, enfermera de 42 años, vive con entrega y dedicación su vocación sanitaria. Incluso a un ritmo acelerado, demasiado rápido. "Tuve una caída corriendo con un paciente crítico y estuve tres meses de baja. Me di cuenta de que tenía que frenar mi estrés y ansiedad y el fondo de lo que me pasaba. De la mano de Carlos, un gran profesor y mejor persona, he podido entender todo mejor, canalizar e integrar mi vida con la meditación diaria. Le he puesto nombre a los sentimientos y solución a sus apellidos".
Vivir con miedo -los miedos de cada una o cada uno- o hacerlo en el amor son dos posiciones diferentes, incluso antagónicas, ya que el primer sentimiento lleva "a tener ansiedad y estrés, a vivir en el pasado. Eso es por exigirnos demasiado", explica esta enfermera que ya siente los primeros pasos para ir dejando atrás su situación anterior. "El amor todo lo puede, es una nueva música que hace mucho bien en tu corazón y el de los demás".
Los demás hacen, no te hacen
Cuando la persona está conectada a si misma, no vive confundida o desbordada por lo que le rodea expandiendo esa positividad a su alrededor. El siguiente paso es descubrir en esas buenas vibraciones que regala a los otros, que no están ahí para fastidiar. Cada uno lleva su vida con su mochila a cuestas, van creando su vida. En palabras de Carlos López "los demás hacen, no te hacen", un mensaje que ha calado como una lluvia fina de primavera en los inquietos alumnos de este taller. "Una frase fantástica", cuenta Pilar Ortiz Martín, que la aplica en su día a día laboral. "Ahora estoy atenta en el trabajo, en la escucha activa de las personas, respiro y me concentro en ello".
Pilar también es sanitaria de profesión. Su participación en el taller ha sido parte de su formación para formar a usuarios de su centro de salud en la reducción de la ansiedad personal. Todas las sesiones le han parecido provechosas, pero si tiene que destacar una, se queda con la última. "Lo de la ecuanimidad ha sido el broche final a todo. Como integrar con lo que dice sería el ideal a conseguir".
La percepción de la realidad que nos envuelve es un paso inicial importante en el camino del conocimiento interior. Lo que sucede es neutro, interpretando cada persona lo sucedido. Por ello, es importante conocer que emoción siente cada uno a partir de un hecho para poder vivir con conciencia. Todo ello repercute en la forma de relacionarnos con los demás. "A mi me ha servido este taller más de lo que pensaba. Vivía culpando a todo el mundo de como me siento y ahora no veo tantos culpables. Me esfuerzo en discernir que está pasando y darle la justa importancia. Así se vive mejor que estando todo el día a la defensiva". El testimonio es de Eugenia Luque Gallego, una mujer que empieza a superar su experiencia anterior. "Estaba viviendo una vida muy estresada y con mucho nerviosismo por todo. A veces de tanto estrés no sabía ni lo que hacia". Este verano seguro que será diferente para Eugenia. La meditación ha entrado en su vida, la practica cada día con la idea de "poder integrar el Mindfulness en mi vida. Al principio lo veía imposible, pero practico sin exigirme perfección y eso veo que me hace bien"
Mejorando la salud física y mental
La experiencia vital de Antonio Fernández Ortega, jubilado, une la mejora de la salud física con la mental. El año pasado le extirparon un tumor y le implantaron un marcapasos. Posteriormente, su médico de familia en el Centro de Salud Victoria gestionó su incorporación a este Taller 'Gestión de las Emociones'. "Te das cuenta de que vives equivocado y de que no conoces nada de ti o muy poco", resume así su paso por este espacio de formación en salud emocional en el que ha aprendido que "hay que ser consciente de vivir el día a día. Se pueden aprender unas pautas que permiten vivir sin tensiones y gestionar las emociones y el tiempo. Recomiendo perder el miedo a conocernos y ponernos en manos de personas como Carlos".
Entrar durante ocho sesiones semanales en el mundo interior de cada una y compartir los hallazagos con otros en la misma situación vital no habría sido posible sin el ambiente cálido y cercano que se vivió cada martes por la tarde. Otra de las mujeres que vivía inmersa en el estrés y la ansiedad califica el contenido del taller de "brutal para despertar la conciencia de muchas cosas que te ocurren", pero valora que "no es menos importante el clima que se crea en el grupo donde participa quien lo desea y se hace una aportación extra de contenido desde nuestra experiencia sin necesidad de profundizar en detalles". Lo aprendido le ha tocado por dentro al descubrir que tiene que detenerse y no utilizar tanto el piloto automático. Va a dedicar tiempo a la meditación y también ha calado en ella el contundente mensaje "los demás hacen, no me hacen".
Esta alumna del taller ha puesto en marcha ya una interesante lista de tareas para mejorar su vida cotidiana. Estas son "trabajar para dejar de lado ciertos miedos que me limitan porque estoy sobreviviendo y me gustaría vivir, pequeños cambios para obtener resultados diferentes y no escuchar tanto mis miedos y quitarles el protagonismo que tenían.
Quizás la clave de estas personas valientes que han dado el paso de descubrir lo que no les gusta de si mismas para cambiarlo sea "quererse más y disfrutar de los pequeños detalles", explica una empleada de una compañía multinacional. "Lo que más me ha gustado ha sido la sesión sobre como responder al estrés y también la sesión sobre la regulación emocional porque entender el significado de las emociones y ser consciente de como poder trabajarlas para tu propio beneficio ha sido muy revelador". Su recomendación a los que lean estas líneas es clara: "Aquí te abres a personas como tu, para aprender y aportar tu granito de arena al grupo".
Eugenia Luque, tras los descubrimientos realizados en su vida, también quiere lanzar un mensaje de esperanza a otros: "Voy encaminada a cambiar y animo a la gente a que pierda el miedo a los cambios porque le miedo no nos deja ver los beneficios que nos pueden traer". Tanto es así que ya Aristóteles definió el miedo como "un sufrimiento que produce la espera de un mal". Por contra, trabajarse el interior es un camino largo pero apasionante para superarlo. Participar en el Taller 'Gestión de las Emociones' capacita de forma teórica y práctica para iniciar ese proceso. "El que participe siempre se va a sentir mejor que cuando entró y con más recursos y herramientas para no tener miedo a mirarse por dentro", concluye Pilar Ortiz.
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