domingo, 24 de octubre de 2021

CON OTRAS GAFAS / Un avance para la humanidad invisible en Occidente

 

                        El médico Pedro Alonso. (EFE)


La esperanza en el plano personal se construye sobre la actitud positiva, la intuición y el seguimiento de signos que alumbran un presente de angustia o dolor señalando el camino a una vida diferente, a una vida plena.

En la sociedad, aún en los tiempos más difíciles y oscuros de la humanidad, la esperanza se intuye en el horizonte cuando se producen avances que benefician a grandes capas de la población.

El mundo actual se caracteriza por sus cambios constantes en terrenos tan diversos como las relaciones personales, el consumo, la ciencia y tecnología o la economía. Zygmunt Bauman acuñó el término 'modernidad líquida' para definir una época compleja caracterizada por el individualismo y el triunfo de lo efímero. Esto afecta incluso a los valores humanos más arraigados en las personas como es el de la compasión. Como botón de muestra, con motivo de cumplirse diez años del fin de ETA, un reportero de una televisión mostró a un grupo de universitarios una foto de Miguel Ángel Blanco y otra del protagonista de la serie 'El juego del calamar' y pidió a los chavales que lo identificaran. Todos conocían al protagonista de la serie y solo uno de ellos acertó a decir el nombre del concejal asesinado por la banda terrorista.

En ese contexto social, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado por primera vez la administración de una vacuna realmente efectiva contra la malaria. Hablamos de una enfermedad erradicada en los países avanzados, pero que en 2019 se cobró la vida de 409.000 personas, el 94% de ellos en África y la mayoría niños de 5 años. La repercusión en Occidente ha sido escasa e incluso desconocida para gran parte de la población.

Sin embargo, MOSQUIRIX, que es como se llama el producto farmacéutico, logró una eficacia del 40% en su administración en un programa piloto en Kenia, Ghana y Malawi lo que ha motivado la atención del Programa Mundial para la Malaria que ya descartó investigaciones anteriores. Al frente de ese programa está Pedro Alonso, un médico español que lleva trabajando 30 años para paliar los efectos de esa enfermedad. Comenzó en Mozambique gracias a la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) y el Ministerio de Salud de ese país. Es alguien que siempre ha creído en la esperanza. 

Es recomendable leer este artículo para conocer el trabajo de mucho equipos hasta lograr este pequeño milagro:

El español tras la "histórica" vacuna que evitará 40.000 muertes anuales


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