jueves, 11 de abril de 2019

"La ayuda en el trabajo social no debe ir enfocada solo a lo material, sino también a la estabilidad emocional de las personas"




Andrea Cabrera Muñoz tiene 22 años y es trabajadora social. Colabora con el Teléfono de la Esperanza, atendiendo las consultas de personas que solicitan ayuda en campos muy diversos. Se ocupa de informarles, asesorarles y derivarlas a otras entidades y administraciones públicas que pueden atenderlas.
¿Qué te atrae del trabajo social y que experiencia tienes?
Para mí, el trabajo social es algo más que una disciplina o una profesión. Es una forma de ver la vida, es ayudar profesionalmente a aquellas personas que lo necesitan y empoderarlas para que ellas sean las que resuelvan sus problemas con las herramientas que los profesionales del trabajo social les aportan.
Acabé la carrera en junio del año 2018. Mi experiencia con mis estudios universitarios ha sido bastante buena, a parte de por las calificaciones obtenidas también por el aprendizaje recibido. Una de las cosas que más marcaron mi experiencia en la carrera fue la elaboración de mis prácticas realizadas en la Fundación Anna O, una entidad que presta apoyo psicosocial a mujeres en exclusión social y pude poner en práctica todos mis conocimientos del trabajo social.

¿Cómo empezaste a colaborar con el Teléfono de la Esperanza?
Hice el curso 'Conocerse para crecer' y al terminar supe que tenía que colaborar de alguna manera con esta entidad y puse a su disposición mis conocimientos en trabajo social para colaborar y me concedieron un espacio y un horario para ello.

¿Las personas a las que atienden te llegan derivadas de los orientadores o pueden solicitar ayuda directamente?
La mayoría de las personas a las que atiendo vienen derivadas por los orientadores, pero cabe la posibilidad de hacerlo directamente.

¿Cuáles son las necesidades y las peticiones que hacen los usuarios?
Mayoritariamente, orientación de prestaciones y servicios, asesoramiento psicosocial o información a cerca de su situación laboral.

¿Qué casos te han llamado más la atención?
El caso que más me ha llamado la atención fue el de una mujer con problemática social grave (vivienda en ruinas, problemas económicos, etc.) a la que pude ayudar indicándole servicios públicos disponibles para su problemática. Se sintió muy agradecida hasta el punto de decirme que gracias a mí pudo dormir en algún sitio esa noche.

¿Qué tipo de ayuda suelen pedir las personas?
Lo que más suelen pedir es prestaciones económicas, lo cual no facilita el Teléfono de la Esperanza, pero sí la orientación y derivación a administraciones públicas donde pueden conseguirlas si reúnen los requisitos. También solicitan ayuda ante la búsqueda de empleo sobre todo personas entre los 45 y 55 años.

¿Qué respuesta das a los solicitantes de ayuda? ¿A qué entidades u ONGs se les deriva?¿También les informas de los cursos y talleres del Teléfono de la Esperanza?
Según la problemática, ajusto mi respuesta y mi intervención pero las más comunes son derivaciones a otras entidades y asesoramiento de búsqueda de empleo en numerosas plataformas físicas o digitales.
En la gran mayoría de los casos, las necesidades laborales, económicas, etc., conllevan un desgaste emocional por lo que siempre intento aconsejar que acudan a los numerosos cursos y talleres del Teléfono de la Esperanza puesto que considero que la ayuda no puede ir enfocada a solucionar solo los aspectos materiales sino también otros aspectos como la estabilidad emocional.

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