Juan Sánchez Porras, presidente del teléfono de Málaga y vicepresidente de ASITES, participó el pasado 27 de noviembre en Lisboa en el encuentro SOS Voz Amiga dedicado al estudio sobre el suicidio, que organizó la Liga Portuguesa de la Salud Mental. En la jornada participaron destacados ponentes especializados en la cuestión, todos ellos portugueses menos Juan Sánchez. El presidente del Teléfono de la Esperanza de Málaga, que viene siendo en los últimos años el embajador de nuestra organización en Miami, República Dominicana y Honduras, ejerció también ese papel en Portugal. El psicólogo y pedagogo malagueño tuvo la ocasión de explicar a los 200 asistentes las grandes líneas de actuación del Teléfono de la Esperanza y las ciudades y países donde está implantado. Así, destacó que la organización cumple 40 años dedicándose a promocionar la salud emocional y atendiendo a las personas que sufren crisis personales, emocionales y familiares. El teléfono pertenece a IFOTES (International Federation of Emergency Service) e IASP (International Asistence Suicide Prevention) y a través de esas federaciones a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sánchez Porras enumeró las grandes cifras de los 40 años del teléfono: 7000 talleres y cursos impartidos, 300.000 participantes y 20.000 voluntarios formados. Sobre la estructura del teléfono hoy día, indicó que cuenta con 1.556 voluntarios y un total de 8.763 donantes económicos que prestan una colaboración fundamental para la financiación de las actividades. La asociación está implantada en 25 provincias españolas, 11 países latinos y en Oporto, Zurich, Londres y Miami. donde está en el proceso de ponerse en marcha. En España, está previsto la apertura de nuevos centros territoriales en Córdoba, Vigo, Santander, La Coruña y Zamora. El otro gran argumento de la ponencia de Juan Sánchez fue concienciar a los especialistas y profesionales presentes sobre la importancia de prevenir el suicidio a nivel global. Reveló que la OMS maneja el dato de que en 2004 se produjeron 900.000 suicidios en el mundo, lo que supuso un fallecimiento cada 40 segundos. La misma organización calcula que en 2010 se puede elevar la cifra hasta el millón y medio de muertes. El gran mensaje que trasladó Juan, que es un reto para el Teléfono de la Esperanza al cumplir 40 años, es que las muertes por suicidio se han convertido en un problema de salud pública a escala mundial. En España, en 2008, se alcanzaron los 3.421 fallecimientos por esa causa. El objetivo es prevenir, reducir las repercusiones asociadas a personas del entorno de las víctimas e impulsar una red internacional para el intercambio de experiencias y la investigación sobre el fenómeno.
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