martes, 12 de enero de 2010

"Los problemas y miedos que trajo la crisis elevaron las llamadas a 4.989 en 2009"


El tiempo de la esperanza hace balance de lo que ha sido el 2009 para el Teléfono de la Esperanza de Málaga, un año en el que se ha recuperado felizmente la casa 'Villa Esperanza' que funciona como sede desde 1976, y ha sido rehabilitada integralmente ofreciendo nuevos espacios de trabajo y atención a las personas en un ambiente moderno y cálido. Juan Sánchez Porras, presidente del teléfono en Málaga, habla en esta entrevista del cambio de sede, el aumento de las llamadas causado por la crisis y los perfiles de los usuarios que marcan el 952-261500 solicitando ayuda para resolver sus crisis o conflictos personales y familiares.

¿De que manera se ha notado la crisis económica en las necesidades de los usuarios del Teléfono de la Esperanza?
La situación de crisis redunda en las familias y se nota en que éste año han aumentado las llamadas un 22% respecto al anterior y han alcanzado las 4.989. La crisis produce situaciones de miedo incluso en las personas que tienen trabajo y temen lo que pueda pasar. El paro es un desamparo personal y social para los desempleados y hay que tener en cuenta que a las personas les afecta el no tener trabajo y, en muchos casos, sienten vergüenza por el hecho de haberlo perdido. Todo eso les hace mella y afecta a su situación familiar.
¿De qué manera afecta al entorno del parado?
Afecta más a las familias dónde ya había conflicto o desestructuración porque la mala situación económica agrava esos problemas. Aquí hemos constatado el caso de una persona que trabajaba en unos grandes almacenes y se vio en una situación límite que no se esperaba de ninguna manera, ya que se encontró con que no podía comprar leche para su bebé. Está persona asistió a un taller nuestro para tener herramientas con las que salir de su situación y tiempo después ha vuelto a llamar porque su pareja se ha roto. También es verdad que en un momento de crisis, las familias que tienen nexos emocionales fuertes, se unen contra el conflicto creado, suman esfuerzos y salen fortalecidas.
¿Qué recorrido hace un llamante después de la primera vez que es atendido al teléfono?
Se le ofrece ayuda y si la que necesita está en los recursos del Teléfono de la Esperanza, puede participar en talleres, cursos y grupos de desarrollo personal que le sirvan para mejorar o solucionar su situación de crisis emocional. Cuando piden ayuda de comida, ropa o acogida se les deriva a otras asociaciones y centros de acogida. Tengo que decir que nuestro teléfono es el teléfono de referencia para todas las personas que buscan ayudas de cualquier tipo, tal y como se acordó en la Plataforma Contra la Crisis que integran instituciones, ONGs y entidades sociales. Ya en Navidad, llamaron usuarios pidiendo este tipo de ayuda. Luego otra forma de recibir ayuda es dándose a los demás, dar es la forma más generosa de recibir. Tenemos un proceso de formación para los beneficiarios llegándose a integrar como agentes de ayuda en nuestro voluntariado.
¿Qué ha supuesto recuperar 'Villa Esperanza'?
Encontrar unos espacios adecuados para cada tarea con respeto a la confidencialidad y el anonimato. Así, la persona que acude en una situación de crisis no tiene porque coincidir con el que va a participar en un curso, un taller, un grupo de desarrollo personal o gestionar algo en administración. El ambiente que se ha creado es muy importante. Una persona nos decía que nada más entrar por la puerta se respira paz y tranquilidad y que solamente con entrar ya se sentía mejor. Supone también disponer de espacios para más recursos y por primera vez en 'Villa Esperanza' se podrá tener más orientadores atendiendo el teléfono a la vez.
¿A qué horas del día se reciben más?
Por las mañanas. Es cuando las mujeres, que son las que más usan el servicio, se encuentran solas en las casas, les acucian los problemas y tienen tiempo disponible para contar a alguien lo que les está pasando.
¿Qué diferencias hay entre mujeres y hombres a la hora de pedir ayuda?
Las mujeres hicieron el año pasado 3.504 llamadas, el 71%, y es a partir de los treinta y cinco años cuando acuden al Teléfono de la Esperanza. Dentro de las familias, son las que manifiestan sus estados emocionales, haciendo de psicólogas y las que buscan recursos. Los hombres suelen llamar cuando están solteros, después se acomodan y si hay conflictos buscan válvulas de escape. Constatamos que muchos casados sienten vergüenza de manifestar sus crisis. Los hombres hicieron el 1.485 llamadas, el 29% del total, en 2009.
Otra de las novedades de 2009 fue la impartición del Curso superior de Intervención en Crisis
Si. Ha sido una gran oportunidad para Málaga contar con esta formación gracias a la colaboración del teléfono y la Universidad Pontificia de Comillas con la que impartimos el curso. El nivel es muy alto y los participantes, la mayoría profesionales de la Psicología y voluntarios del teléfono, están formándose en terapia familiar, intervención en conductas suicidas, los diversos tipos de violencia familiar, crisis de pérdida e intervención en incidentes con múltiples afectados y desastres. Sobre esto último, el Teléfono de la Esperanza tuvo una experiencia importante tras los atentados de Atocha en 2004.
¿Qué aporta el seminario permanente a los orientadores?
Es una formación contínua para la puesta al día de las personas que atienden el teléfono. Siguen un temario actualizado de los casos más habituales como depresiones, intentos de suicidios y crisis en las familias.
¿Se detectan con el paso de los años nuevos perfiles de personas y tipos de problemas?
Sí. Las nuevas tecnologías han dado lugar a nuevas adicciones, además de las que ya había de drogadicciones, crisis en las nuevas estructuras familiares, mujeres víctimas de violencia de género o personas que sufren la violencia de los menores. El teléfono es un catalizador muy fidedigno de los problemas personales y está dispuesto a escuchar y orientar con exquisito respeto a la confidencialidad que viene avalado por sus casi 40 años de trayectoria.

2 comentarios:

JUAN CRUZ GONZÁLEZ dijo...

Enhorabuena y gracias por la información realmente hay familias y ciudadanos que viven desesperanzados y necesitan apoyo , esperanza y aliento para salir sobre todo de la crisis... cuando destruye a la persona y conseguir transformarla en oportunidad y cambio.

Encarni dijo...

En muchos de los temas en los que poco a poco voy leyendo en este estupendo blog;existe la complicidad de llegar a todo el publico con palabras sencillas, sin demasiados tecnicismos y a las que casi todo el mundo puede acceder y creo, en su mayoría entender.
La frase:
LA PAZ QUE SE RESPIRA AL ENTRAR AQUI: refiriendose a la sede.
También se puede transformar en alegoría y compararla a la lectura de los temas de este blog.
Gracias y un saludo a Málaga