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José Portillo
Coordinador del Taller ‘Queriéndome’
El Taller Queriéndome empezará el 10 de febrero y se prolongará durante ocho lunes consecutivos desde las diecinueve hasta las veintiuna horas en la sede del Teléfono de la Esperanza.
El título de la actividad es llamativo, ya que muchos hemos sido educados para buscar el amor y la aprobación de nuestros seres significativos, con el fin de alcanzar la meta de sentirnos bien con nosotros mismos, a la medida que constatamos que somos aceptados y aprobados por quienes nos rodean. Partamos del pensamiento de que muchos depresivos son amados y aceptados por sus familiares y amigos, cosa que no les sirve de nada, porque no se creen dignos de ser amados y aprobados. Si nos aceptamos con nuestras cualidades y defectos, tendremos deseos de relacionarnos porque eso es beneficioso para nosotros, pero no convertiremos en una necesidad el deseo de ser amados y aprobados por quienes, circunstancialmente no nos satisfarán, si sus puntos de vista son diferentes a los nuestros.
La misión del miedo y la ansiedad
Aunque hemos aprendido a pensar que el miedo y la ansiedad son nuestros enemigos, pensemos que tienen la misión de protegernos. El miedo nos impide cruzar una carretera cuando nos damos cuenta de que un coche nos puede dar un buen golpe aunque a dicho miedo lo llamamos precaución, y la ansiedad es la que nos hace reaccionar, por ejemplo, cuando caminamos por la calle, y sentimos que alguien nos da un fuerte tirón del bolso o de la riñonera. Para que el miedo y la ansiedad sean nuestros aliados, necesitamos aprender a gestionarlos, y a aceptar nuestros defectos. Aceptar lo que no nos gusta no significa que nos resignamos a soportarlo, sino que nos abrimos a la posibilidad de mejorar en todos los aspectos que consigamos hacerlo en el futuro, partiendo de este preciso instante.
Descubrir que deseamos cambiar
Los participantes de Queriéndome iniciarán el trabajo de autodescubrimiento reflexionando sobre sus cualidades y defectos, y anotando sus miedos. Para constatar que crecemos, necesitamos valorar quiénes somos y lo que somos, y nuestras cualidades y los defectos que nos caracterizan, con el fin de averiguar en qué aspectos deseamos cambiar, para aumentar la felicidad que nos caracteriza.
Somos seres sociales y relacionales, y por eso vamos a trabajar la asertividad y la comunicación, porque las neuronas espejo hacen que las emociones independientemente de que las consideremos positivas o negativas se contagien de unos a otros, y queremos tener relaciones de calidad y con calidez, que no estén basadas en la manipulación, sino en la negociación que, en la medida de lo posible, puede ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros y con quienes nos rodean.
Si al ser conscientes de quiénes somos y de lo que hemos llegado a ser descubrimos lo que queremos cambiar de nosotros y encontramos el valor para hacerlo, nada nos impedirá buscar la manera de cumplir nuestros sueños basados en la realidad, sabiendo que nuestro crecimiento personal sólo tendrá los límites que nos impongamos.
La opinión de los otros
¿Influyen lo que han pensado nuestras figuras de autoridad de nosotros a la hora de valorarnos positiva o negativamente? Lo que los demás piensan de nosotros y lo que pensamos de ellos solo es información que ha de ser procesada teniendo la mente clara, en el sentido de que ocasionalmente en el primer caso puede ayudarnos a descubrir algo que nos caracteriza. Aprendamos a amarnos y aceptarnos para que las opiniones desfavorables de otras personas respecto de nosotros no nos entristezcan y nos desanimen a la hora de esforzarnos para conseguir realizarnos como aspirantes a ser felices.
Si nos aceptamos incondicionalmente, aprendemos a responsabilizarnos de nuestros actos y de lo que nos sucede. Somos responsables de lo que nos dicen y nos hacen los demás, cuando pagamos el precio de que nos maltraten con la esperanza de prodigar una pizca de comprensión, compasión, aceptación y afecto. ¿Nos tiene cuenta pagar ese elevado precio para conseguir una pizca de felicidad momentánea?
Pensamiento positivo
Si pensamos que somos inteligentes, experimentaremos sentimientos satisfactorios respecto de nosotros mismos, y llevaremos a cabo nuestros mejores esfuerzos para alcanzar el éxito. Si por el contrario pensamos que somos unos fracasados, sentiremos tristeza, rabia, impotencia y frustración, y convertiremos dicho pensamiento en profecía autocumplida porque la desesperanza nos sumirá en el fracaso al no llevar a cabo nuestros mejores esfuerzos para alcanzar nuestras metas. Necesitamos estimarnos positivamente, ya que para cambiar lo que no nos gusta de nosotros y para alcanzar las metas que nos propongamos, tendremos que enfrentar nuestros miedos, y exponernos a fracasar o a triunfar. Nuestra valoración positiva nos servirá para examinar los errores que cometamos para no volver a fracasar, y la valoración negativa dejará a muchos tirados en la cuneta, evadiéndose como puedan, para evitar pensar en lo que les hace sufrir.
La vida es apasionante
Dado que necesitamos conocer la oscuridad para valorar la luz, emprendamos este camino de autoconocimiento, y, al ir superando lentamente las circunstancias que nos hacen sufrir, aprenderemos a ser felices con quienes somos y lo que somos, y a trabajar para seguir creciendo, y aumentando nuestra dicha y la felicidad de quienes nos rodean.
Inicio: 10 de Febrero de 2020
Horario: 19:00H
Nº Sesiones: 8
Lugar: C/ Hurtado de Mendoza,3
Coordinador: José Portillo
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