jueves, 10 de octubre de 2013

Aumenta un 5% las personas con trastornos mentales que piden ayuda al Teléfono de la Esperanza

La Organización  Mundial de la Salud (OMS) celebra hoy el Día Internacional de la Salud Mental. La Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza ha publicado el siguiente comunicado en los medios de comunicación:




Cada vez más familiares de personas con enfermedad mental se comunican con nuestra asociación en busca de apoyo porque se reconocen impotentes en su labor de contención del enfermo


Las estadísticas que manejamos en el Teléfono de la Esperanza ponen de manifiesto que cada vez es mayor el número de personas que sufren una enfermedad mental que recurren al Teléfono de la Esperanza en demanda de ayuda. En 2012, los orientadores de nuestros Centros en España atendieron 40.416 llamadas realizadas por personas que sufrían algún tipo de trastorno psicológico o patología psiquiátrica. Esta cifra supone un incremento de un 4,91% respecto al número de llamadas efectuadas en 2011 por llamantes con enfermedad mental (38.524). 
De modo paralelo a este hecho, también venimos observando que cada día es más frecuente que algunas personas se comuniquen con nosotros para buscar ayuda porque se reconocen impotentes en su labor de contención de un familiar aquejado de una enfermedad mental como la esquizofrenia, la bipolaridad, el trastorno depresivo mayor o el Alzheimer.

La crisis económica y las políticas de recortes en salud mental están causando una disminución drástica de los recursos sociales públicos a los que recurrían estas familias, de manera que algunos de sus miembros se sienten especialmente sobrecargados y dan claras muestras de sufrir estrés y ansiedad.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, establecido el 10 de octubre por la OMScon el propósito de sensibilizar a la opinión pública sobre los problemas de salud mental, el Teléfono de la Esperanza quiere manifestar que la enfermedad mental no es sólo un problema de unos pocos. Se estima que alrededor de un 12% de la población mundial padece algún tipo de trastorno psicológico o psiquiátrico. Asimismo, es necesario que seamos conscientes de que ninguna persona es inmune a la enfermedad mental. Nadie está protegido por vivir en un determinado país o por ser rico o pobre. Nos afecta a todos.

En este sentido, es de suma importancia mejorar la calidad 
de vida de las personas que padecen una psicopatología, así como ayudar con recursos a sus familiares para descargarles en su función de apoyo del enfermo.

Los datos de la OMS ponen de manifiesto que los trastornos mentales son los causantes del 17% de los casos de discapacidad en el mundo, de manera que la enfermedad mental supone una carga enorme tanto para las personas como para la sociedad. Sin embargo, también la OMS constata que “existe una muy deficiente atención sanitaria de los trastornos mentales en todos los países, no solo en los subdesarrollados”.

Según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad 
y el Estrés (SEAS), dos de cada tres personas que sufren algún tipo de trastorno mental en España son atendidos por médicos de Atención Primaria, de manera que en la práctica sólo reciben un tratamiento farmacológico. Como es lógico, los psicofármacos son una parte importante del tratamiento, especialmente en las fases agudas de la patología, pero resulta perjudicial que la escasez de tiempo y los menores recursos con los que cuentan los facultativos den lugar a que se desatienda el cuidado de la salud emocional de los pacientes. De este modo, patologías cada vez más frecuentes en la población como el estrés, la depresión y la ansiedad se tratan básicamente con “parches farmacológicos”.

Se ha constatado que los estados emocionales negativos
provocan y agravan determinadas dolencias como la hipertensión, las arritmias, los infartos, las úlceras, los problemas digestivos, el colon irritable, los dolores de cabeza, las lumbalgias, el dolor crónico, el asma, las disfunciones del sueño y muchas otras más. Por tanto, se hace también necesario desarrollar políticas sanitarias que tengan en cuenta la promoción de la salud emocional de la población para prevenir las enfermedades mentales y físicas.


EL TELÉFONO DE LA ESPERANZA ofrece un servicio permanente y gratuito de Orientación por teléfono para abordar de forma urgente, anónima y especializada las situaciones de crisis. Este servicio, que funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año, está atendido por voluntarios especializados en la escucha y formados para activar las capacidades de las propias personas para superar sus problemas.

Además del servicio permanente de Orientación por teléfono, nuestra Asociación ofrece asesoramiento e intervención profesional en entrevista personal. Este servicio es prestado por un equipo multidisciplinar formado por psicólogos, psiquiatras, abogados, trabajadores sociales y otros especialistas.

Por otra parte, queremos manifestar nuestro convencimiento
de que la forma más adecuada de prevenir las crisis psicológicas es mejorar la salud emocional de las personas mediante programas de formación, cursos, talleres y grupos de autoayuda.

El Teléfono de la Esperanza es miembro de pleno derecho
de IFOTES (Federación Internacional de Ayuda de Emergencia por Teléfono) y de IASP (Asociación Internacional de Prevención del Suicidio) y, a través de éstas, está vinculada formalmente con la OMS (Organización Mundial de la Salud). En España, es miembro fundador de la Plataforma del Voluntariado.


Fundado en 1971 y declarado de Utilidad Pública en 1972, 
el Teléfono de la Esperanza tiene centros en 26 provincias españolas, en Oporto (Portugal) y en 10 países de Latinoamérica. También está funcionando en Zúrich (Suiza) y en Londres (Reino Unido) como recurso de ayuda para el numeroso colectivo de hispano-lusohablantes y están adelantados centros similares en Miami (EE.UU.) y París (Fancia).

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