jueves, 21 de junio de 2012

Cinco claves para aprender de nuestros sueños




Todos nos hemos preguntado alguna vez porque soñamos lo que soñamos. Qué significa ese sueño recurrente. O por que nos despertamos sin recordar nada de lo que hemos soñado a lo largo de la noche. Este artículo os quiere proporcionar cinco claves de ayuda para saber algo más sobre nuestro siempre sugerente mundo onírico elaboradas a partir de la conferencia 'Conócete a través de tus sueños' impartida por nuestro compañero, el psicólogo Antonio Badillo en el Teléfono de la Esperanza el pasado 16 de junio.

QUÉ SON. Es un proceso fisiológico complejo que implica a todos los sistemas del organismo (hormonal, endocrino...) y que sigue siendo investigado por los científicos. Los sueños informan del presente en una especie de pantalla que refleja nuestras alegrías, tristezas, conflictos y todo tipo de sentimientos a través de un lenguaje críptico y enigmático para dar pistas sobre nuestra vida.

CUANDO Y CUANTO. Durante la noche atravesamos cinco fases de sueño y solemos tener entre 3 y 5 sueños por noche -aunque luego recordemos poco o nada- siendo la tercera fase o fase REM la que genera más sueños. REM es Rapid Eyes Movement (Movimiento Rápido de los Ojos). Mientras los niños sueñan el 70% u 80% del tiempo en el que permanecen dormidos, los adultos solo el 15%. El sueño van tan unido a la vida que los científicos han descubierto que los fetos sueñan y también que sus madres tienen más sueños durante el embarazo. Cualquier animal con un cerebro desarrollado sueña.

FUNCIONES. Los sueños nos ayudan a asimilar lo vivido, fijar el aprendizaje, restaurar la energía cerebral y recuperar deseos y motivaciones. Y de una forma más detallada se establecen estas cinco funciones:
  1. Hacer consciente lo inconsciente
  2. Expresar nuestras necesidades
  3. Comunicar como estamos en el presente
  4. Ver por donde avanzar, estructurarnos
  5. Mostrar asuntos pendientes, afectos y características de nuestra personalidad
SIGNIFICADOS. Los sueños nos traen símbolos y significados que varían según cada persona, pero existen pistas sobre su intensidad, frecuencia o ausencia.


Pesadillas. Afloran características de nuestra personalidad que no nos gustan. Suelen aparecer en momentos de cambios como demandas de la vida.

Personas desaparecidas. Una razón para su presencia en los sueños es la necesidad de expresar sentimientos no expresados a esas personas.

No recordar. Si nunca recordamos los sueños es por temor, por una percepción de que el mundo es poco fiable y los sueños nos producen ansiedad.

Sueños repetitivos.  Traen un mensaje a la persona, pero esta no los interpreta y maneja ideas que bloquean a esa necesidad que quiere aflorar. Mientras siga el problema, seguirá el sueño.

Tiempo eterno. Los sueños están conectados al mito de la lengua única perdida de las diferentes culturas y del mito del origen. En las culturas cristiana y judía, se trata de la torre de babel y Adan y Eva. En el sueño se recrea ese tiempo eterno, relacionado con esa etapa feliz de la inocencia roto luego por un episodio de una mala acción.

CEREBRO. El cerebro está dividido en dos partes, el Hemisferio Izquierdo que gestiona la lógica y los símbolos y percibe el tiempo de forma lineal y el Hemisferio Derecho que alberga las emociones y sentimientos, percibe las cosas de forma tridimensional y en el que solo existe el presente.
Antonio Badillo hace hincapié en la INTEGRACIÓN para aumentar el crecimiento personal y el bienestar. Una buena herramienta para impulsarla es el trabajo personal mediante la MEDITACIÓN. Las cinco funciones mencionadas más arriba son pistas claras a tener en cuenta en ese trabajo. Estamos ante 'un libro de instrucciones del subconsciente al consciente'.
Por contra, el miedo bloquea a la persona o le lanza a actuar sin pensar y la represión de nuestros deseos y motivaciones se suele hacer para defendernos de cosas conflictivas, pero es mala a largo plazo.
Para terminar, Antonio Badillo desaconseja totalmente la lectura de todos ese libros dedicados a interpretar los sueños porque son un falacia. Tampoco recomienda trabajar con técnicas de Sofrología para recuperar nuestros sueños.

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