El voluntariado del Teléfono de la Esperanza lo integran un grupo de hombres y mujeres de procedencia diversa y objetivo común; servir a los demás. Miguel Quijano Bernal visita hoy El tiempo de la esperanza. Miguel, de 76 años de edad, es malagueño, está casado y tiene una hija, tres hijos y seis nietos. Jurista de formación, ha dedicado su vida profesional a ejercer como procurador inicialmente y luego como abogado. Ahora está jubilado y ocupa parte de su tiempo en dar ayuda legal a aquellos que lo necesitan
¿Cómo empezaste a colaborar con el Teléfono de la Esperanza?
Un buen día, y de esto debe hacer unos veinte años, nuestros buenos amigos Salvador y Salud me hablaron del Teléfono de la Esperanza, y al poco quedé enganchado como colaborador, acudiendo al centro una o dos horas a la semana para orientar a las personas que telefónicamente pedían consultar sus problemas con un abogado.
¿En qué consiste tu orientación? ¿Hay consulta en citas personales?
Ya he dicho que mi función consiste en el asesoramiento legal, tratando de aclarar situaciones dando consejos y, desde luego, cuando es necesario recomendando al interesado se confíe a un abogado de su libre elección. Una gran mayoría deciden circunstancialmente acudir al Turno de Oficio. En estos casos se les da al interesado información de los trámites para la obtención de los beneficios de Justicia Gratuita.
Ni que decir tiene que las relaciones con los interesados son absolutamente confidenciales, anónimas y, desde luego, gratuitas.
El año pasado el teléfono recibió en Málaga 69 llamadas para consultas sobre asuntos jurídicos. ¿Cuales son los asuntos legales más comunes cuando las personas piden orientación?
Por regla general las consultas se relacionan con situaciones de conflicto familiar. Orientación sobre separaciones y divorcios. Régimen de visitas, obligaciones con los hijos….
En los últimos años, ¿se detecta un aumento de las consultas legales motivadas por la crisis y pérdida de empleo de muchas personas?
Lamentablemente en estos últimos años se suceden consultas que se refieren a anuncios de despidos, casos de desempleo, situaciones creadas a avalistas que le subastan el piso cuando el deudor principal no paga. Para bien entender estos casos hay que meterse dentro de la piel de esas personas, muchas de ellas de avanzada edad y casi siempre padres o familiares de los que contrajeron las deudas.
¿Qué necesitan las personas en crisis con problemas legales?
En términos generales los que consultan necesitan conocer la verdadera situación en que se encuentran. En este punto el orientador necesita pedir información al interesado de ciertas circunstancias de los contratos, por lo que a veces se les da una nueva cita para que traigan documentos que permitan al profesional la posibilidad de dictaminar más acertadamente, por lo que el tiempo invertido en cada caso es de más de una hora.
Los que piden apoyo legal, ¿necesitan mucho tiempo para explicar sus problemas y en que situación anímica acuden a causa de estos?
Los que piden apoyo legal, ¿necesitan mucho tiempo para explicar sus problemas y en que situación anímica acuden a causa de estos?
Casi todos los consultantes llegan completamente superados por preocupaciones de las que no saben cómo salir. Después de escuchar con atención lo que ellos han expuesto sus casos, se les da una valoración real de la situación, así como de los remedios que puedan tener, sugiriéndoles pautas que traten de paliar las situaciones menos favorables.
¿Cómo definirías tu experiencia de voluntariado en el teléfono y que te aporta?
Personalmente puedo afirmar que mi actividad en el Teléfono de la Esperanza es muy gratificante porque me permite ayudar a gran número de personas que las circunstancias de la vida las han colocado en situaciones realmente dramáticas. Y esas personas existen y están aquí entre nosotros, pero no las vemos porque las “penas” se llevan por dentro y sólo las tendríamos en cuenta si nos acostumbráramos a mirar a la cara a los demás.
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