sábado, 6 de febrero de 2021

"La pandemia ha hecho estragos psicológicos en personas con problemas económicos o de exclusión social"

 


El Teléfono de la Esperanza tiene en su sede a una trabajadora social que ofrece sus servicios como complemento a la atención telefónica. Andrea Cabrera fue voluntaria de la asociación y actualmente trabaja atendiendo  demandas de ayuda social muy diversas y derivándolas a nuestros profesionales o a otras entidades e instituciones públicas cuando es necesario.

Tu colaborabas anteriormente.  ¿Qué ocurrió a partir del estado de alarma y cuando reanudaste tu colaboración?

Sí, colaboraba como trabajadora social de forma voluntaria en la asociación. Sin embargo, me mudé a otra ciudad por trabajo y tuve que suspender mi colaboración. Tras el confinamiento por la pandemia volví a Málaga y en julio de 2020 fui contratada por la asociación debido al volumen de trabajo que había y que requería más que una colaboración voluntaria. Empecé de manera telemática a trabajar desde casa. Una vez pasó el verano, pude empezar a trabajar presencialmente en la sede del Teléfono de la Esperanza.

¿Las peticiones de atención e información te llegan por los orientadores o hay personas que acuden a la sede y les atiendes?

La derivación de usuarios que necesitan asesoramiento social es realizada, en su gran mayoría, por los orientadores. Esto es debido a que, después de la pandemia, la atención presencial se ha visto disminuida por prevención. En cuanto esto estaremos encantados de atender de nuevo en la sede.

¿Cuántas atenciones has hecho desde que empezaste?

Empecé en septiembre de 2020 la atención a usuarios y tuve hasta diciembre del mismo año, 11 casos. Algunas personas demandan diferentes ayudas. El tipo de ayuda se puede dividir en: 5 demandas de información acerca de ayudas económicas, prestaciones y servicios sociales, 5 casos diferentes de problemáticas específicas y 2 sobre personas mayores y dependencia, violencia de género o drogadicción. También 4 casos que demandan orientación para la búsqueda de empleo. 

¿Se ha notado el aumento de peticiones de ayuda por la pandemia?

Sí, mucho. Hay personas que me decían que jamás habían tenido la necesidad de buscar ayuda y ahora con la situación sanitaria y económica han perdido su trabajo o están en ERTE y no pueden hacer frente a los gastos mínimos que tienen.

¿Qué tipo de necesidades demandan más las personas?

En mi experiencia, está muy igualado el número de personas que solicitan orientación para las prestaciones económicas que ofrecen los servicios sociales comunitarios u otras instituciones públicas y las que solicitan orientación para buscar empleo. A veces incluso solicitan orientación de ambas en una misma cita.

¿Dónde derivas a los usuarios de tu servicio?

Derivo a los usuarios de este servicio donde creo que pueden recibir la ayuda que tanto necesitan y que por diversos motivos nosotros no podemos llegar. Los casos de personas mayores en situación de dependencia a los Servicios Sociales Comunitarios y si tiene otras necesidades a la Junta de Andalucía. Las personas en exclusión social con necesidad de ayudas económicas a los Servicios Sociales Comunitarios. A las mujeres víctimas de violencia de género con necesidad de ayuda psicológica las derivo, entre otras entidades, al Instituto de la Mujer y Fundación Anna O. Si hay problemas de drogadicción a Proyecto Hombre y si la adicción es al juego, a AMALAJER

¿Percibes al hablar con las personas que, además del problema concreto que exponen, sufren también falta de habilidades sociales, ansiedad, depresión o aislamiento?

Sí, en algunas de ellas percibo que a la problemática que arrastran se le añaden problemas emocionales o psicológicos. Por eso, cuando considero que es necesario, propongo a estas personas la posibilidad de que les atiendan mis compañeros/as psicólogos del Teléfono de la Esperanza o a otra institución que sea más oportuna para ellos.

¿Es eso un problema en aumento? ¿Se nota que pesa la incertidumbre por la crisis sanitaria y laboral en las personas?

Sí, eso es una de las cosas de las que más me he percatado al tener las citas tras la pandemia. La crisis sanitaria y económica ha hecho estragos en la situación emocional y psicológica de muchas personas que arrastran otros problemas como la exclusión social o problemas económicos, entre otros. La apatía suele estar en todas las personas que vienen a las citas.

¿Cómo definirías los estados de ánimo de la gente que acude pidiendo ayuda?

Falta de motivación, ansiedad, pensamientos negativos, ira, apatía, emociones a flor de piel o problemas de comunicación por las medidas sanitarias de uso de las mascarillas y la distancia social.

En esos casos, ¿qué información le ofreces sobre los recursos del Teléfono de la Esperanza?

Los recursos que ofrezco a los usuarios que vienen varían según las necesidades que percibo: cursos de desarrollo personal, talleres de habilidades sociales o autoestima, terapia psicológica, asesoramiento jurídico, etc. Todos estos recursos son impartidos por el Teléfono de la Esperanza.



¿Ha habido personas que se han inscrito en 'La Brújula de la Esperanza?

Sí, ‘La Brújula de la Esperanza’ es un programa que ha tenido mucho éxito a pesar de las circunstancias que nos acompañan. Tiene como finalidad prevenir las situaciones de soledad y aislamiento que viven las personas mayores.

¿Y usuarios que han pedido consultas con los psicólogos o abogados?

Sí. En general, entre los que acuden al Teléfono de la Esperanza, hay muchas personas que han solicitado consultas con los departamentos jurídicos o de psicología. La incertidumbre social ha desencadenado multitud de problemáticas en diferentes ámbitos, lo que ha conllevado una inmensa solicitud de consultas en este ámbito.

Desde tu percepción personal, ¿qué casos te han llamado más la atención?

Los de aquellas personas que jamás habían necesitado ayudas económicas ni prestaciones y ahora se veían apoyados por la ayuda social. Me trasladaban su impotencia ante esta crisis sanitaria pues no solo había afectado a la salud sino también al trabajo, la economía, la salud mental, etc. Veo la desesperación en sus ojos y me doy cuenta que cualquiera podríamos estar en su situación.

 

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